El viaje.

El: -Hola, bienvenida… ¿Qué se sintió?-
Sujeto: -Fue difícil, pero pude salir… gracias a vos…-
El: - Pasa, vamos a disfrutar un rato juntos, ¿Chocolatada?-
Sujeto: -Si, gracias. Y un abrazo, por favor.-
El: -Esperaba que me pidieras eso… -
(Luego de un rato frente a un hogar a leña prendido y acogedor)
El: -¿Te sentís cómoda? -
Sujeto: -Cómo nunca antes. Gracias, otra vez. -
El:- A mi me alegra estar con vos, conozco ese bosque… no todos llegan hasta acá.
Sujeto: Si… pero la soga, si no hubieras puesto la soga… gracias. -
El: (sonríe cómplice)- No todos aprecian esa soga… está ahí, pero hay mucha gente que la suelta.
Sujeto: Bueno… hay que admitir que el tuyo parece a simple vista el camino más difícil. -
El:- Exacto. Pero el final…- (Baja la cabeza con notas de tristeza) -preferiría que no tocáramos ese tema.-
Sujeto:- Entiendo… es triste. ¿Puedo quedarme acá?  -
El: -Me encantaría, pero aún hay un tramo por recorrer, es necesario. -
Sujeto:- Si, lo se, bueno… sigo viaje entonces. Una pregunta… ¿Podes venir conmigo? -
El:- Cómo siempre. -

Justo.

El olvido es una ciencia difícil.
Los sueños buscan recuerdos sin permiso y no miden las consecuencias, después de varias noches  es evidente que  a la memoria no le gusta perdonar y lo mas lógico de cada uno se vuelve inútil ante los pensamientos. Pero no para siempre.
 De a poco conquistas la técnica y todo es más sencillo, se asoma el nunca más y se puede respirar… lo más lindo es volver a disfrutar de la lluvia y un buen té sin carga emocional.
 Vuelvo a escuchar las palabras del viento deseando que lo indescifrable no se acabe, descanso en que no se asfixio mi mente en un viaje.
 Encontré lo escondido justo cuando lo extrañaba, me vuelvo a perder en la imaginación.