Relampagueas.

Como arena dentro de mi cuerpo descolocas lo que conozco, le haces cosquillas a mi alma, sonríe algo en mí que no tiene boca mientras que mis labios centellean saboreando tu presencia. Y camino entre aromas que seducen  hasta quebrantar mi vergüenza, mi orgullo se va derritiendo en la calma de tu voz.
Sensación y realidad, muero delante tuyo, se quema toda la barbarie de mi ser, me inventas de nuevo, soy una constante creación expuesta a tu aliento.
 Me seduce tu gloria, poquito a poquito me vas llevando, juntos vamos a donde no hay un final, vivimos un romance eterno, tu amor excede lo real y el mío las palabras, vos tan infinito, yo tan corta.
 ¿Bailamos? no hay nadie mas en el salón, mientras susurras misterios en mi interior yo puedo cantarte sin letra. Una melodía inscripta en agradecimiento, creas música en el alma y te vas fundiendo en mis sentidos sigilosa y deliciosamente, relampagueas en mi corazón.
 Llévame Dios a lo más profundo de tus propósitos,  regálame cada uno de tus abrazos, corramos por encima de las nubes y entrégame el más puro de tus besos al final del recorrido.
 Protagonizas mi deseo, escribes en mis días la más sincera historia de pasión. Me amas como nunca nadie va a poder amarme, cruzaste las barreras que marcaron las heridas de anhelos vanos y sellaste con caricias mi identidad, me haces tuya. Solo somos vos y yo, me mostraste errores al descubrirte pleno ante mi. Nada más que amor, que más puedo decir si lo que hay entre nosotros es el más complaciente y recíproco afecto, y eso es lo más escueto que puedo expresar…me cruje la razón al no poder explicar, y aún ahí estas, en lo desconocido.
Me basto en tu gracia Dios, me basta no entender todos tus enigmas, descanso en tus interminables atributos, me balanceo en paz sobre tu eternidad.
Y vamos, seguimos juntos.